La presunción - como acto de vanagloria o jactancia- por parte del macho, guiñando un ojo al que recibe la foto como objeto pornográfico para su excitación y su identificación con el macho. Cuando ella/s realizan las fantasías del que recibe la foto como si el modelo masculino fuese el ater ego, éste adopta las señales universales de triunfo que muestra al que recibe la foto. Los pulgares hacia arriba en señal de que está o ha cumplido su cometido. Las hembras son lo suficientemente sumisas como para permancer abajo con el fin de recibir lo que el espectador cree que es el premio final: un chorro de esperma.
2 comentarios
MB -
Daniel -
siempre usando a la mujer como a un objeto sexual para humillarla y vejarla. Y así creerse lo hombres que no son.