Blogia
ladymarjorie

Iconos femeninos

Raquel Welch

Raquel Welch

Stella Walsh

Stella Walsh

Stanisława Walasiewicz, luego Stella Walsh - (11 de abril de 1911 en Wierzchownia, cerca de Rypin, Polonia; † 4 de diciembre de 1980 en Cleveland, Ohio) Atleta polaca y más tarde estadounidense que fue campeona olímpica de los 100 metros en los Juegos de Los Angeles 1932 y subcampeona en los de Berlín 1936.

Cuando era muy pequeña, sus padres decidieron emigrar a Estados Unidos huyendo de la pobreza, y se establecieron en Cleveland, Ohio, donde había una amplia comunidad de inmigrantes polacos. Sin embargo Stella no conseguiría la ciudadanía estadounidense hasta muchos años más tarde, en 1947.

Inicialmente la llamaban por el diminutivo Stasia, y posteriormente su nombre se americanizó en Stella Walsh. Ya en su adolescencia empezó a destacar en el atletismo, en pruebas de velocidad, saltos y lanzamientos.

En 1930, cuando contaba 19 años, se proclamó campeona de EEUU en las pruebas de 100 yardas, 220 yardas y salto de longitud. En aquella época se permitía participar en los campeonatos de EEUU a atletas de otras nacionalidades, y por eso pudo participar.

Ese mismo año se convirtió en la primera mujer en la historia que superaba la barrera de los seis metros en salto de longitud con 6’02, lo que hizo en Cleveland.

La competición más importante de su vida fueron los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1932, adonde acudió representando a su país de origen, Polonia, debido a las dificualtades para conseguir la nacionalidad estadounidense. En Los Ángeles logró la victoria en los 100 metros lisos con 11’9, igualando el récord mundial de la noruega Tollien Schurman. También fue sexta en la prueba de lanzamiento de disco

Tras los Juegos fue recibida en Polonia como una heroína nacional. Miles de personas le dieron la bienvenida en el puerto de Gdynia, donde arribó el barco con los deportistas polacos, y recibió varias distinciones.

En 1933 batió en Poznan el récord mundial de los 100 metros con 11’8, marca que igualaría pocos días después en Varsovia. Al año siguiente logró mejorar su récord hasta 11,6 en la misma ciudad, aunque el récord no fue homologado.

En 1935 logró en Varsovia el récord mundial de los 200 metros con 23’6, siendo la primera mujer en la historia que bajaba de 24 segundos. Este récord se mantendría vigente durante 17 años, hasta que fue batido por la australiana Marjorie Jackson en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952.

Acudió a los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, de nuevo representando a Polonia, e intentó defender su título de cuatro años antes. Sin embargo en la final de 100 metros fue vencida por la estadounidense Helen Stephens, y tuvo que conformarse con la plata.

Irónicamente, en estos Juegos la ganadora Helen Stephens se tuvo que enfrentar a las sospechas sobre su identidad sexual, hasta el punto de que aceptó someterse a un "examen ocular" para demostrar que realmente era una mujer.

Su última gran competición internacional fueron los Campeonatos de Europa de París 1938, donde fue la gran estrella ganando los 100 y los 200 metros, además de ser segunda en salto de longitud y en relevos 4×100 metros.

La Segunda Guerra Mundial hizo que se suspendieran los siguientes Juegos Olímpicos en 1940 y 1944. Sin embargo, Stella Walsh siguió compitiendo hasta pasados los 40 años, aunque ya sólo en eventos deportivos internos de los EEUU. En 1954, ya con 44 años cumplidos, ganó el título nacional de pentatlón.

A lo largo de su carrera deportiva ganó 41 títulos de campeona de EEUU, 27 de ellos al aire libre, en pruebas de velocidad, salto de longitud, lanzamiento de disco y pentatlón.

Vivió en Cleveland el resto de su vida. Se casó con el boxeador Neil Olson, aunque el matrimonio no duró mucho. Pese a todo, conservaría el apellido Olson. Tras su retirada siguió vinculada al deporte a través de varias asociaciones deportivas, donde organizaba competiciones y ayudaba a promocionar el deporte entre los jóvenes, principalmente entre la comunidad polaca. En 1975 fue incluida en el Salón de la Fama del atletismo estadounidense.

El 4 de diciembre de 1980, cuando tenía 69 años, murió de un disparo durante un asalto a mano armada en un supermercado de Cleveland. Su caso saltó a las páginas de los periódicos, cuando la autopsia reveló que tenía órganos genitales masculinos. Aunque no está del todo claro, parece que fue un caso de hermafroditismo masculino.

Stella Walsh fue la primera mujer en bajar simultáneamente de 12 segundos en los 100 metros y de 24 segundos en los 200 metros. A lo largo de su carrera batió o igualó hasta 17 récords mundiales.

Big Edie y Little Edie

Big Edie y Little Edie

Del 7 de noviembre de 1917 hasta el 14 de enero del 2002 existió una mujer demasiado grande para este mundo. A veces me sorprende lo literaria que puede ser la vida. Imagínense a dos mujeres fuertes, testarudas, muy adelantadas para su época que terminan aislándose de la sociedad en una mansión playera llamada Grey Gardens. Como si eso no fuese lo suficientemente perfecto resulta que esas dos mujeres eran parte de una de las grandes dinastías estadounidenses. Eran familia de Jacqueline Bouvier (mejor conocida como Kennedy-Onassis) que llegaron a gozar del prestigio y la riqueza para luego vivir en decadencia, rodeadas de basura, de gatos, de mapaches, pulgas y pobreza. La tía y la prima de Jackie pasaron a ser la vergüenza de la familia. Grey Gardens se convirtió en un pequeño mundo podrido del cual estas mujeres no salían porque al menos allí adentro podían ser ellas mismas.

La situación en la que vivían Edith Ewing Bouvier Beale (conocida como Big Edie) y su hija Edith Bouvier Beale (conocida como Little Edie) salió a la luz pública cuando los vecinos montaron una querella legal por las condiciones anti-higiénicas en que vivían esas mujeres. Las Edies en vez de simplemente recoger y limpiar, pelearon por su derecho de vivir como ellas querían. Ya lo dijo Little Edie perfectamente: There’s nothing worse than staunch women.

Todo esto parecería mentira, demasiado literario para ser real. Pero no. Existieron estas dos diosas al borde de la demencia. Existió Little Edie. Existió Grey Gardens.

En 1975 los hermanos cineastas Albert y David Maysles sacaron un documental sobre estas mujeres reclusas. Grey Gardens se ha convertido en un documental clásico. Al verlo, uno no puede evitar sentirse hipnotizado por estas dos mujeres, por la casa, hasta por los gatos y mapaches con los que conviven. La madre anciana aparece casi siempre recostada en la cama, rodeada de papeles y basura, poniéndose sombreros de paja a la vez que intenta cantar como lo hacía hace 40 años. Su cuerpo se ha debilitado, pero ella no. Big Edie grita, ordena, hasta seduce desde su vejez. Pero su impotente presencia no logra opacar a su hija, la verdadera protagonista de la película.

Decir que Little Edie parece sacada de una obra de Tenessee Williams no es suficiente. Blanche DuBois se queda corta. Little Edie es la hija que desprecia y adora a su madre. En ocasiones habla con una dulzura casi infantil y al segundo sus palabras demuestran la fiera que se esconde dentro. Es una mujer inteligente y educada. Durante todo el documental va soltando ingeniosas referencias literarias y lo hace con tanta naturalidad que pasan desapercibidas. Casi todo lo que dice Little Edie es digno de copiar y repetir. Pero por lo que más uno recuerda y ama a esta mujer es por su indumentaria experimental, sus “revolutionary costumes” como les llamaba. Little Edie desfila durante todo el documental con nuevos vestuarios, cosas inimaginables. Era una artista. De una toalla hacía un velo, de un pedazo de tela una falda que también podía servir como capa. Nunca podría haber usado un abrigo de forma tradicional. No. Edie, jamás. Ella se lo colocaba al revés, lo giraba, jugaba con él hasta que dejara de ser un abrigo y se convirtiera en la correa, la blusa o la bandana más hermosa que jamás se ha visto. Eddie está eternamente trasformándose y reinventándose en esa cinta. Tendremos para siempre la evidencia fílmica de una mujer que fue demasiado grande, demasiado original. No es difícil entender por qué ella se convirtió en ídola secreta de muchos diseñadores de moda. Su influencia ha sido documentada en desfiles de Prada, en tomas fotográficas de Vogue, entre otros. Algunas personalidades famosas como Madonna la han citado como una fuente de inspiración. Little Edie también se convirtió en una figura de reverencia entre la comunidad gay. Es una diva, digna de admirar: una mujer marginada que no temía manifestarse tal y como era. Si yo alguna vez me encontré criticando el mundo de la moda, ante alguien como Little Edie tendría que comerme mis palabras. Esta mujer buscaba en la moda la expresión de su individualidad, de su creatividad. No se trata de mera vanidad. Las telas, los colores, los accesorios, el maquillaje, todo su vestuario era su forma de ser libre.

 

laverdaddelasmentiras.blog

Liza Minelli

Liza Minelli

Mildred

Mildred

Velma

Velma

Hillary Clinton

Hillary Clinton

Farrah Fawcett Majors

Farrah Fawcett Majors

Virna Lisi

Virna Lisi

Barbara Hutton

Barbara Hutton

Deliranta Rococó

Deliranta Rococó

Doña Urraca

Doña Urraca

Jeanne Hebuterne

Jeanne Hebuterne

Maya de Espacio 1999

Maya de Espacio 1999

Belle Watling

Belle Watling

Las brujas de Eastwick

Las brujas de Eastwick

Wilgeforte

Wilgeforte

Betty Ford

Betty Ford

Yma Sumac

Yma Sumac

Carla Bruni

Carla Bruni