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ladymarjorie

Pintura

Quadriptic de Miquel Solis

Quadriptic de Miquel Solis

Paisaje de nieve de Cuno Amiet

Paisaje de nieve de Cuno Amiet

La communiante de Jules Bastien Lepange

La communiante de Jules Bastien Lepange

Le passeur de Edouard Vuillard

Le passeur de Edouard Vuillard

The Charge de André Devambez

The Charge de André Devambez

Le Grand-Duc Mikhail Alexandrovitch de Ilia Efimovitch Répine

Le Grand-Duc Mikhail Alexandrovitch de Ilia Efimovitch Répine

Ladies With Lighted Lanterns de Lillian Genth

Ladies With Lighted Lanterns de Lillian Genth

The Oak Tree de R.B.Kitaj

The Oak Tree de R.B.Kitaj Ronald Brooks Kitaj (born October 29, 1932) is an American-born artist.

He was born in Cleveland, Ohio and studied at the Cooper Union Institute in New York City and, after a short stint in the United States Army, at The Ruskin (1958-59) and the Royal College of Art (1959-61) in London. He subsequently settled in England, and through the 1960s taught at the Ealing School of Art, the Camberwell School of Art and the Slade School of Art. He was elected to the Royal Academy in 1991.

Kitaj became a significant contributor to British pop art with his figurative paintings featuring areas of bright colour, economic use of line and overlapping planes which made them resemble collages. Allusions to political history, art, literature and Jewish identity often recur in his work. He also produced a number of screen-prints. His later works have been more personal.

As a draughtsman, Kitaj has few equals among modern artists. His intimate studies of the human form are exquisite and sensual, and psychologically penetrating. His more complex compositions build on his line work using a montage practice, which he called ’agitational usage’. Kitaj often depicts disorienting landscapes and impossible 3D constructions, with exaggerated and pliable human forms. He often assumes a detached outsider point of view, in conflict with dominant historical narratives. This is best portrayed by his masterpiece "The Autumn of Central Paris", 1972-73. In this painting the philosopher Walter Benjamin is portrayed, as both the orchestrator and victim of historical madness. The futility of historical progress creates a disjointed architecture that is maddening to deconstruct.

Kitaj was one of several artists to make a post-it note in celebration of 3M’s 20th anniversary. When auctioned on the internet in 2000, the charcoal and pastel piece sold for $925, making it the most expensive post-it note in history, a fact recorded in the Guinness Book of World Records.

Vladimir Feodorovitch Stozharov

Vladimir Feodorovitch Stozharov

Lot y sus hijas de Lucas van Leyden

Lot y sus hijas de  Lucas van Leyden

We Flandrii wieczorem de Hem Paul Royer

We Flandrii wieczorem de Hem Paul Royer

Paisaje de Angeles Santos

Paisaje de Angeles Santos Si no hubiera seguido pintando años después, Ángeles Santos habría podido ser el “Arthur Rimbaud” de la pintura. Apareció casi de súbito, en plena adolescencia, con 17 años o menos, embrujó en Valladolid primero y luego en Madrid. En poco más de un año medio pareció hacer un repaso de las estéticas de las vanguardias, asimilándolas, y mejorando día a día, con una velocidad de vértigo, su pintura, cada cuadro. Por una única obra, “Un mundo”, puede ser considerada surrealista: es una pieza grandiosa de 2.90 x 3.10 que se exhibió en el Reina Sofía y que no pudo viajar al Museo de Teruel. A la ciudad mudéjar llegaron trece obras suyas y diez del grupo de Valladolid –esencialmente Cristóbal may, el pintor inglés instalado en la ciudad de Zorrilla, y Mariano de Cossío-, pero no ha podido trasladarse esa mirada libre a Valladolid, que ofrece ecos del Greco, de Walter Spies –en concreto de dos cuadros: “Casa junto al estanque” y “Tío vivo”, recogidos en un libro que marcó toda una impronta en su tiempo: “Realismo Mágico. Post Expresionismo”, que debió ver en algún lugar aquella joven hacia 1928 ó 1929-, de la imaginería surrealista del momento y de algunos versos de Juan Ramón Jiménez, al que Ángeles Santos era muy aficionado. Ese cuadro está reproducido en fotografía y, aunque no es lo mismo y lo hemos podido ver en el Museo Reina Sofía, recibe al espectador que queda de inmediato subyugado.
Es difícil explicarse la evolución, el rápido aprendizaje y los logros de Ángeles Santos. Nacida en noviembre en 1911, era hija de una funcionario de aduanas con muchos hijos –entre ellos, Rafael Santos Torroella, poeta, crítico, experto en Dalí y en la Generación del 27- que iban de aquí para allá constantemente. Para no abrumar al lector con estos continuos traslados, hablaremos de dos esenciales: Sevilla y Valladolid.

En Sevilla, en el Colegio de las Esclavas Concepcionistas, al que asistía Angelita, ya vieron su talento natural para el dibujo y la pintura (“una monja clarividente, la directora, le enseña a dibujar copiando láminas de Ingres”; recordaba el comisario de la muestra Joseph Casamartina), le recomendaron a su padre que la liberase de los estudios, que le dejase concentrar su atención en ese oficio inusual para mujeres. Aunque Julián Santos, hijo de labradores y padre de siete hijos más, era muy conservador, acabaría accediendo, tras el traslado a Valladolid. Allí le paga unas clases con el pintor italiano Cellino Perotti, experto en restauración. Entre las alumnas, de clase alta, se hallaba por ejemplo Mercedes Pino, la hermana del poeta Francisco Pino.
Ángeles Santos acudió a esas clases, de ocho a nueve de la mañana, durante cerca de dos años. Y en 1928, durante una estancia en Saucelle de la Ribera, con sus abuelos, empieza a pintar de veras: paisajes, retratos de algunos familiares, y mezclaba en aquellas tentativas iniciales, en telas más bien grandes, “rotundidad y decisión en el tratamiento de la figura que ocupa casi por completo el cuadro, una cierta dureza y adustez unidas a un estilo bastante ‘naïf’ pero de una autenticidad pasmosa”, escribe en el bello Casamartina. Lo escribe y lo narra de viva voz al pie de otro cuadro impresionante: “Tertulia (El cabaret)”, que también posee el Museo Reina Sofía. A partir de estas piezas iniciales, su evolución será imparable. Pinta a su hermano Rafael, se acerca a las atmósferas de Solana. Y su primer éxito se produce con tres obras que presenta en el Círculo Mercantil de Valladolid: “La tía Marieta”, “Niños en el jardín” y “Retrato de niña”, obras que curiosamente presentan algunos paralelismos con periodos posteriores de Maruja Mallo, como “Un mundo” parece anticipar la obra de Leonora Carrington y Remedios Varo. Se dice que para entonces, y estamos en el verano de 1928, apenas visto pintura: quizá las láminas de Ingres y algunos dibujos de Cristóbal may. Francisco de Cossío le dedica una elogiosa crítica en “El Norte de Castilla”, del cual será director años después, y la saluda como la revelación de la colectiva. Y será él además quien le sugiera a su padre que la encamine hacia la profesión de la pintura en exclusiva. Julián Santos, conservador y reacio a este tipo de modernidades, no sólo acepta sino que será el cicerone de su hija en las visitas a museos de Madrid, y le permite acompañarlo a las tertulias de intelectuales en Valladolid. Tenía entonces 17 años.

Pero va quemando etapas sin descanso: conoce a Cristóbal Hall, un pintor manco nacido en Kent (había perdido el brazo izquierdo en los combates de la I Guerra Mundial), y también a otro artista como Mariano de Cossío (que vivía en Palencia, retirado con sus pinceles y una prodigiosa). Y aún falta otro hermano determinante como José María de Cossío. A su ciudad también regresaba desde Murcia, de cuando en cuando, el poeta Jorge Guillén (al que retratará excepcionalmente Cristóbal Hall). Pero también había ecos constantes de la Generación del 27, ángeles Santos llegará a conocer y a establecer amistad con Lorca. En abril de 1929, Ángeles Santos o Angelita expone individualmente en el Ateneo de Valladolid; Francisco de Cossío vuelve a dar en la diana y se hace en elogios hacia la joven. La exposición fue en abril de 1929. De esa muestra se perdieron muchas obras, pero los visitantes vieron una de las obras que ese expusieron en Teruel: “Autorretrato”, una obra realmente hermosa, de plenitud pictórica y gran desenfado para la época. Y entre abril y mayo de 1929, Ángeles Santos pinta sus dos obras maestras: la ya citada “Un mundo” y “Tertulia”, una obra realmente fascinante y misteriosa. Ángeles declaró en 1999: “Decían que era un genio, pero yo nunca me lo creí. Lorca, Cossío, Guillén, García Lesmes, que era clásico y tuvo una muerte muy desafortunada, Sinforiano del Toro... los intelectuales de la época venían a mi casa para ver mis cuadros (...) Lorca se quedaba perplejo delante de ellos. Me regaló el primer ‘Romancero Gitano’ (...) Mi pintura era atormentada”. Requerida y admirada ya en Madrid, se presentó en el Palacio de Exposiciones del Retiro en octubre de 1929. Llevaba el “Autorretrato”, otro cuadro que con certeza no se sabe cuál es, y “Un mundo”. La acogida es entusiasta. Pero su carrera, suspensa en la obsesión y en un puñado de demonios, se interrumpirá. Ella se sentirá abatida, mal, enferma, huirá de casa, tendrá que ser internada, y finalmente aparecerá el amor en su vida: el pintor Grau Sala se obsesiona con Ángeles, la pinta, la convierte en su musa, se casan, y la mujer que retorna a la pintura hacia 1935 es otra.

Entre le tours de la memoire de Dominique Appia

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Die Bombe II, poetisch (nach Van-Eyck) de Siegfried Zademack

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Stradina al sole de Giuseppe Abbati

Stradina al sole de Giuseppe Abbati

Las Cuatro Estaciones de Yannis Tsarouchis

Las Cuatro Estaciones de Yannis Tsarouchis Yannis Tsarouchis (1910-1989) was a Greek painter.

Born in Piraeus, he studied at the Greek School of Fine Arts (1929-1935). He was also a student of Photis Kontoglou, who introduced him to Byzantine iconography, whereas he also studied popular architecture and dressing customs. Together with Pikionis, Kontoglou and Agh. Chatzimichalis he led the movement for the introduction of Greek tradition in painting.

From 1935 to 1936 he visited Istanbul, Paris and Italy. He came in contact with the Renaissance art and Impressionism. He discovered the works of Theophilos and met influential artists such as Henri Matisse and Alberto Giacometti.

Art

He returned to Greece in 1936 and two years later he realized his first personal exhibition in Athens. He participated to the Greco-Italian War of 1940. In 1951 he made exhibitions in Paris and London. In 1958 he participated in the Venice Biennale. In 1967 he moved to Paris.

Institutions

In 1982 the Yannis Tsarouchis Museum in Maroussi, Athens was inaugurated. The Museum is actually hosted in the house of the artist. There is also the Tsarouchis Foundation.

He died in Athens in 1989.

Intérieur de Georg Nicolaj Achen

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Raboteurs des parquets de Gustave Caillebotte

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The Blue Gown de Frederick Carl Frieseke

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Luwr nocą de Aleksander Gierymski

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